El porvenir (I)

 Si estoy decidido a crear algo como la Liga Lusitana, es porque soy consciente de que nuestro modelo de vida se acaba, o cuanto menos, será sustancialmente transformado. 

Aquellos que no estén mentalizados, y no estén lo suficientemente preparados para sobrevivir en el mundo que se avecina, sin duda sufrirán. Comienza el año 2021 y Estados Unidos está, más que nunca, al borde de un posible Golpe de Estado. Las bases para esa inevitable guerra civil de la que llevo sospechando años, están más que asentadas.

La Vieja Europa muestra su verdadero rostro totalitario con la pandemia. Los Estados aprovecharán para conseguir más poder y vigilar a los ciudadanos. La sociedad de mercado ya no funciona. Se ha demostrado definitivamente que es injusta, aleatoria, ajena a muchas realidades y al sufrimiento de mucha gente. Al tratarse de una ideología puramente mercantilista, el liberalismo ha dañado irreversiblemente a la civilización.

Muchos liberales dirán que estoy equivocado, que su ideología es, también, muy avanzada moralmente. Pero esta moral no ha surgido de la propia esencia del liberalismo, sino que fue este adaptándose y complementándose de las otras ideologías que han crecido a su par. Es una moral oportunista, diseñada exclusivamente para que los consumidores se sientan cómodos, y puedan seguir consumiendo. Esto no es sostenible en el tiempo.  

Como decía, Estados Unidos tiene todas las papeletas para entrar en una guerra civil. Los países de la Unión Europea, desistiendo de la agenda neoliberal, ya agotada, tendrán que resignarse con la dura realidad: el mundo está siendo repartido por las nuevas super-potencias. China se impondrá ladinamente sobre todas las antiguas colonias del Tercer Mundo. Ya es, sobre el papel, la primera potencia mundial. Una dictadura comunista de mercado. 

Si estoy decidido a crear entonces una micro-nación, un pueblo nuevo, es para que podamos dar ejemplo. Encender una vela en medio de la completa oscuridad. Por lo menos no se dirá, que en las Españas nadie luchó. No se dirá que algo como la Liga Lusitana no llegó a existir, y que sus miembros no hicieron lo posible por ofrecer una alternativa.