La intención de los creadores de la Liga Lusitana es generar un impacto que se traduzca en una mejora en las condiciones de vida del conjunto de las personas. Consideramos que actualmente el mundo vive una crisis de profundos y repentinos cambios, y que la sociedad no es lo suficientemente madura para gestionarlos de forma justa y beneficiosa para la mayoría.
Usamos la acción directa para hacer llegar nuestro mensaje y nuestras proclamas. Creemos que la acción, y sobre todo, el ejemplo, son imprescindibles a la hora de comunicar un mensaje con coherencia y respeto hacia los receptores. Estamos hartos de hipocresías y banalidades. Somos humanos imperfectos como cualquier otro, pero por lo menos intentamos vivir acorde a nuestras ideas. Esto es siempre un ideal al que aspirar y no algo que nos convierta en individuos perfectos. La diferencia es que pretendemos practicar lo que predicamos, y no sermonear a aquellos menos afortunados que nosotros para vanagloriarnos sobre nuestra situación más aventajada.
Nuestro símbolo es el triskel céltico y nuestros colores icónicos el verde y el amarillo. De aquí saldrá la bandera que se usará para nuestras comunidades, marchas, proclamas...
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