Por supuesto, la República de Molossia (así como ninguna otra micro-nación de las cientos que existen) no es ni será nunca reconocida por ninguno de los Estados actuales que rigen el mundo. Seamos honestos, ¿por qué existen los Estados? Porque tienen suficiente fuerza física o influencia entre los poderes que rigen el mundo.
¿De verdad creéis que por el mero hecho de compartir una historia milenaria común, a un pueblo ya se le adjudica un Estado? Los gitanos no tienen Estado. Ni los kurdos, pese a sus insistentes reclamaciones. No lo tendrán a no ser que se organicen, luche, y se impongan por la fuerza. ¿Es de verdad el legado histórico lo que supone que una nación surja y se establezca sobre un territorio común? Si esto fuera así, Israel no existiría. El sionismo es un artificio poderoso. Puede, por lo tanto, usar su poderío para tomar la tierra. Y la metáfora cultural vendrá luego, para asegurarse la homogeneidad del poder.
Es por ello que me inclino a crear una micronación. ¿Qué mayor acto de rebeldía que este? Aun sabiendo que no será reconocida JAMÁS por el Estado Español, aún sabiendo que no será vista, igual que Molossia, más que una suerte de parodia de Los Paísos Catalanes... ¿Por qué no habría de servir como acto de protesta contra los nacionalismos, tanto español como periféricos?
La micronación que pretendo construir se llamará Luxetân. Estará situada en unos terrenos familiares. Aún no mencionaré su localización, para no adelantar demasiado los acontecimientos. Pero si diré que es zona cultivable, con acceso a agua, en pleno bosque y naturaleza, y cerca de varias localidades icónicas de Extremadura. Tardaré años en poder asentar el proyecto, pero empezaré a trabajar desde ya.
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